04 Dic Iniciativas de la Decana Morgade por Edición
Hace algunas semanas, la Decana de nuestra Facultad Graciela Morgade anunció en sesión de Consejo Directivo su objetivo de incluir entre los temas prioritarios de su próxima reunión con el Secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación Albor Cantard, la precaria situación presupuestaria de la Carrera de Edición en relación con la cantidad de docentes ad honorem que la integran.
Cabe señalar que esta iniciativa se suma a otras anteriores encabezadas por nuestra Decana, e impulsadas y promovidas por el espacio político del que formamos parte y que integra la actual gestión de la Facultad: desde la agrupación Diferencia en graduados (de la que forma parte la agrupación Más para más), Simón Bolívar en profesores (de la que forma parte la agrupación Versión Original de profesores de Edición) y el FUP o Frente Universitario Popular (con el que trabaja la agrupación Vuelta de Página).
En ese sentido, en el año 2015 se propuso como parte del anteproyecto de Presupuesto 2016 elevado al Rectorado de la UBA, un Programa de Rentas para Edición que incluía un Programa especial de edición para la exclusivización y semiexclusivización de profesores y JTP´s de Edición (estos aumentos de dedicación y salario a su vez liberaría rentas hacia docentes ad honorem) y un Programa de ad honorems destinado a recibir 100 rentas específicamente para docentes auxiliares ad honorem, con asignación prioritaria para las Carreras de Edición e Historia.
Esta solicitud de asignación presupuestaria fue rechazada por el Rectorado de la UBA (en manos de nuestros adversarios políticos de la Franja Morada), indicando que el problema presupuestario de Edición debía resolverse mediante “solidaridad entre Carreras”: o sea sacarle rentas a otras Carreras de la Facultad para repartir entre todos los ad honorem, que como se darán cuenta no es precisamente resolver el problema presupuestario, sino esconderlo. El Rectorado de la UBA no propuso sin embargo una “solidaridad entre Facultades” que redistribuya las fenomenales diferencias de fondos asignados a las Facultades “amigas” al Rectorado y las siempre castigadas presupuestariamente Facultades “adversarias” (Filo, Sociales y Exactas), ni siquiera propuso solidaridad con el propio Rectorado que aumentó su presupuesto en un 200% en este último año.
Quienes rechazan esta asignación presupuestaria para Edición no son otra cosa que los representantes de Cambiemos en la UBA. Fue este mismo sector de la Franja Morada que gobierna la UBA liderado por Coti Nosiglia, el que impulsó y logró imponer la alianza radical-PRO en la Convención de Gualeguaychú de la UCR. Este es a su vez el espacio político al que adscriben nuestros adversarios en la Carrera de Edición: la prof. Patricia Piccolini, militante histórica de este espacio, y las agrupaciones que la han votado al frente del Departamento.
Y esta es la solidaridad que propone Cambiemos: la de los que menos tienen entre los que menos tienen, siempre y cuando no molesten a los que más tienen, y más van a seguir teniendo, en la UBA como en todas partes.
Si bien no se espera una mucho mejor suerte con el Secretario de Políticas Universitarias, también emergente del espacio UCR-PRO de Cambiemos, no se pierde la esperanza de que las lógicas institucionales –las necesidades de una Carrera que forma trabajadores para un sector clave de la cultura– primen por encima de las mezquindades políticas –otorgar fondos a una Facultad de signo político contrario al del actual gobierno nacional–, frente a lo que no es el pedido de un favor, sino la exigencia de lo que corresponde en el marco de una política universitaria nacional en serio: ninguna Carrera de ninguna Universidad puede funcionar correctamente con 50% de sus docentes ad honorem.
Cabe señalar que la pésima situación presupuestaria de nuestra Carrera, en comparación con las demás Carreras de la Facultad, se debe en gran medida a la ausencia del título de Profesorado que todas las demás Carreras tienen junto al de Licenciatura.
Las demás Carreras de nuestra Facultad que sí otorgan título de Profesor, se vieron beneficiadas en estos últimos años por financiamiento en el marco del PROHUM, Programa de apoyo a las Ciencias Humanas del Ministerio de Educación de la Nación, que permitieron resolver casi por completo la situación de sus docentes ad honorem, incorporando y reorganizando rentas.
Quienes tenemos memoria recordamos que durante los debates del proyecto de Reforma y Creación de Licenciatura en Edición de los años 2007 y 2008, las profs. Marcela Castro y la actual Directora Patricia Piccolini se opusieron fervientemente a que los Editores pudiéramos tener un título de “Profesores de enseñanza media y superior en Edición” (como lo tiene por ejemplo Bibliotecología en su campo), con el argumento de que incluso con las didácticas general y especial propuestas no íbamos a estar capacitados para enseñar Edición, porque nuestra Carrera sólo la pueden enseñar especialistas de otras áreas (como es el caso de ambas profesoras): Letras, Educación, Cs. Económicas, etc. según la asignatura a enseñar. Los Editores no estarían, según Castro y Piccolini, capacitados para enseñar a otros Editores. Por supuesto que diversos Editores que enseñan en escuelas medias con especialización en gráfica y comunicación calificados para ello por los Ministerios de Educación de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, o que enseñan edición a nivel universitario en diversas instituciones, desmienten categóricamente en los hechos esta afirmación de las profs. Castro y Piccolini.
Al margen de ello, es gracias a este sector de la Franja Morada que forzó que se eliminase la propuesta de Profesorado del Plan de Estudios elevado, para luego no acompañarlo en la votación y abstenerse en las dos votaciones unánimes que lo aprobaron en Junta Departamental y Consejo Directivo, que hoy no tenemos ni Licenciatura ni Profesorado en Edición. Es este mismo sector, que desde el año 2008 y con cambiantes, diversos e imaginativos argumentos, impide la aprobación del Plan de Licenciatura en Edición desde el Rectorado de la UBA; muy específicamente desde las áreas bajo la dirección de la Secretaria Académica de la UBA María Catalina “Cati” Nosiglia (hermana del “Coti” Nosiglia), jefa del espacio político de la Franja Morada en la Facultad de Filosofía y Letras, del que forma parte desde siempre la prof. Piccolini, y las agrupaciones que la sustentan en su cargo de Directora.
Dicho de otro modo: si se hubiese aprobado la Reforma del Plan de Estudios y Creación de Licenciatura y Profesorado en Edición, tal como habíamos propuesto originalmente en 2008 quienes hoy formamos parte de las tres minorías (Más para más y Versión Original), y hubiésemos transformado nuestra Carrera en una Licenciatura con Profesorado, no habría hoy ad honorems en Edición (como sucedió en casi todas las demás Carreras de la Facultad), ya que estos cargos habrían sido financiados en el marco del PROHUM.
Desgraciadamente hoy estamos acá, así que desde las tres minorías vamos a seguir peleando por la Carrera que nos merecemos; no juntando firmas en la cola para votar de las elecciones estudiantiles, ni lanzando un hashtag; sino reclamando concretamente en las instancias en que debemos hacerlo, contra los mismos hipócritas espacios políticos que se rasgan las vestiduras por Edición frente al escenario, pero nos niegan los fondos para la Carrera entre bambalinas.
La reunión que fue anunciada en el último Consejo Directivo no surge de la nada, y mucho menos del Departamento de Edición, que jamás hizo ningún reclamo ni planteo contra su propio espacio político en el Rectorado de la UBA.
La reunión que fue anunciada en el último Consejo Directivo con el Secretario de Políticas Universitarias forma parte de una acción permanente que ha tenido la gestión de la Decana Graciela Morgade, y quienes la integramos desde las tres minorías, en reclamar los fondos que la UBA debe destinar a la carrera que más crece en FILO: la Carrera de Edición.
Los esperamos para seguir reclamando ni más ni menos que lo que es justo, y necesario.