Repudio a la 'toma' de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA

Por medio de la presente manifestamos nuestro total repudio a la “toma” de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, que están llevando adelante un grupo identificado como estudiantes, que se han opuesto a la renovación democrática de las autoridades de la Facultad, y pretenden imponer su postura minoritaria, de forma unilateral y violenta, a las mayorías que hemos elegido de forma democrática y conforme a los reglamentos vigentes de la Universidad Pública.
El martes 15 de octubre los nuevos miembros del Consejo Directivo, electos por vía democrática en las últimas elecciones abiertas de septiembre, han elegido las nuevas autoridades de la Facultad de Filosofía y Letras para el período 2014-2018: la Decana Graciela Morgade, y el Vicedecano Américo Cristófalo, quienes asumirán sus funciones durante el mes de marzo del año entrante.
Esta elección, resultado obtenido por la mayoría de 9 votos sobre 16 consejeros totales (entre profesores, graduados y estudiantes), se ha realizado de forma reglamentaria según lo establecido en el art. 115 del Estatuto Universitario, como consta en Resolución de Consejo Directivo nº 5495.
Pese a tratarse entonces de la renovación democrática de las autoridades de la Facultad, y encontrándose presentes la totalidad de los consejeros electos por todos los claustros, un grupo identificado como estudiantes y militantes del Partido Obrero, PTS y Marea Popular, intentó impedir la sesión de forma violenta, tal como fue informado por la Facultad, y se puede observar en las filmaciones donde se registraron los hechos (parte 1 y parte 2).
La masiva participación de profesores, docentes, graduados, trabajadores no docentes y estudiantes de la Facultad, logró garantizar que se cumpliera con el ejercicio democrático de las representaciones electas de los distintos claustros de la Facultad, y la elección fue concretada.
Pero, desde entonces, y hasta el día de hoy, jueves 17 de Octubre, la Facultad ha sido “tomada” por este grupo de alrededor de 100 personas que no ha podido imponer por la fuerza su voluntad al Consejo Directivo, impidiendo el ingreso de autoridades y personal. Así, este grupo minoritario se atribuye arbitrariamente la representación de más de 15.000 estudiantes, más de 2.500 docentes, y más de 500 no docentes, banalizando la protesta social, y perjudicando a los trabajadores docentes y no docentes, y a los estudiantes que cursan en las distintas Carreras de la Facultad.
Las clases se están dictando parcialmente y en lugares inadecuados, que arbitrariamente disponen los miembros de este grupo. Se pone así otra vez en riesgo la finalización del calendario académico regular del cuatrimestre, la regularidad de los estudiantes, y las instalaciones de la Facultad, que ya ha sufrido pérdidas materiales importantes en la “toma” del 2010.
Por todo esto, reiteramos nuestro total repudio a la “toma” de la Facultad, por injusta y antidemocrática, por banalizar la protesta social utilizándola para intereses sectarios y mezquinos, y atentar así contra el conjunto de la comunidad académica y contra la Universidad Pública.
Desde la mayoría del claustro de graduados del Consejo Directivo (“Filo Vuelve : Diferencia”, donde participa +p+ desde la Carrera de Edición), impulsamos y apoyamos la elección como Decana de Graciela Morgade, actual Secretaria Académica de la Facultad, militante feminista y referencia académica en cuestiones de género, no sólo por representar genuinamente el proyecto colectivo que impulsamos junto a la agrupación Simón Rodríguez (mayoría en el claustro de profesores), con un fuerte compromiso hacia adentro de Filo y también hacia afuera, con el campo popular y los sectores socialesmás postergados de nuestro país; sino también, porque su elección ha sido el resultado de la voluntad democrática y manifiesta de la mayoría de la representación conjunta de profesores, graduados y estudiantes.
Una voluntad que surge de elecciones abiertas donde participan todos los claustros, que es por lo tanto la expresión directa del funcionamiento democrático de las instituciones sociales como es la Universidad Pública, y que por ello, debe defenderse y respetarse.