Página 12: Ninguna letra chica

Nulú Bonsai, Subpoesía, Santos Locos, Escrituras Indie, Determinado Rumor y Pánico el Pánico explican por qué todo texto es político, hablan de lo generoso y tortuoso de editar y plantean ocupar todos los espacios, los oficiales, los alternativos y los digitales, con un contenido capaz de contar esa otra historia, ajena a lo que vende, que también es el hoy.

Chicos y chicas publican libros, plaquettes, ebooks. Se autoeditan y extienden la invitación de publicar a los autores que admiran. La revolución tecnológica llegó (hace rato) como una herramienta al servicio de la difusión de la literatura. Chicas y chicos tienen claro qué autores reunir en colecciones cuyos títulos pintan la aldea que luego formará un mundo. No existe un mercado de intereses, más bien importa apelar a una tradición editorial argentina que tuvo nombres como el de Boris Spivacow o José Luis Mangieri. O aun sin invocar a los grandes editores, lo que incumbe es construir una cultura con contenido capaz de narrar el hoy. Las editoriales independientes están escribiendo esa otra historia, por fuera de lo que se vende. Cada título pesa y está intervenido de manera invisible por el mundo de las ideas. No existen autores seleccionados a dedo o por capricho de taquilla en el universo del cual la Feria del Libro Independiente y Autogestiva (llamada también Alternativa) fue clave. El logro de la FLIA y de otras ferias fue expandir la cultura literaria: por eso comprar uno de estos libros no es un simple intercambio comercial. Detrás de esas páginas se lee un conjunto de decisiones críticas que proyectan una línea de pensamiento. Ahí está el propósito de prosperar en el tiempo. Que, en criollo, es lo mismo que trascender.
Representantes de Nulú Bonsai, Subpoesía, Santos Locos, Escrituras Indie, Determinado Rumor y Pánico el Pánico se reunieron con el NO y respondieron la pregunta de por qué (y para qué) editar. Para Grau Hertt, de Nulú Bonsai, no tiene que ver con una necesidad ni con una cuestión crítica hacia otras empresas, sino que es parte del sentimiento punk, del hacerlo uno mismo. “Nuestra generación tiene una tendencia a la iniciativa y la autogestión. Tiene que ver con que muchos venimos con un bagaje musical y tratamos de trasladar la manera en la que mamamos el rock. Por eso nos juntamos de noche y escabiamos, nos mezclamos entre músicos y otras artes, porque para mí son los ‘70 con los Sex Pistols. Se trata de inventar los espacios para algo que no tenía cabida, como escuchar a alguien que lee poesía”, explica Hertt.
Por Julia González para Página 12
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