18 Nov Lanzamiento Ley de promoción de la producción independiente y autogestiva de comunicación cultural por medios gráficos y de Internet
Invitamos a todos a sumarse al lanzamiento, difusión y apoyo al proyecto de Ley de promoción de la producción independiente y autogestiva de comunicación cultural por medios gráficos y de Internet, desarrollado por la Asociación de Revistas Culturales Independientes de la República Argentina (Arecia), desde la Facultad de Filosofía y Letras.
El próximo miércoles 21 de noviembre a las 19 hs en el aula 129 de nuestra Facultad, diversos miembros de Arecia –Ingrid Beck de la revista Barcelona, Claudia Acuña de la revista Mu, un representante de La Garganta Poderosa y Patricia Merkin de la revista Hecho en Buenos Aires– vendrán a hablar de las serias dificultades que una nueva avanzada de grupos monopólicos está imponiendo a la distribución de distintos tipos de publicaciones, especialmente a las revistas culturales, y vendrán a hablar también del proyecto de ley que impulsa Arecia para proteger y fomentar los proyectos culturales autogestivos, tanto en medios gráficos como Internet.
La charla será coordinada por la agrupación estudiantil Vuelta de Página (que ganó junto al Frente Universitario Popular la representación por la minoría del claustro en las últimas elecciones de Junta de la Carrera de Edición) y es convocada desde graduados de Edición de +para+, desde los profesores de Edición de la agrupación Versión Original, y desde diversas agrupaciones de estudiantes, graduados y profesores de las múltiples carreras que integran nuestra Facultad.
No es casual. Formamos parte de un colectivo que tiene un profundo interés en dar a conocer la problemática del sector (que muchos medios masivos de comunicación invisibilizan) y en impulsar desde las diversas carreras de las que formamos parte, y luego desde el Consejo Directivo de la Facultad, nuestro apoyo para poner en debate este proyecto de Ley, y nuestro compromiso en la lucha porque lo que hoy es un proyecto se convierta en Ley durante el próximo año.
Desde el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras nuestro objetivo es a su vez impulsar y lograr el apoyo del Consejo Superior de la UBA al proyecto de Ley y que sea nuestra Universidad en su conjunto la que se sume a la lucha por llevar adelante este proyecto de ley en el Congreso Nacional, que no es otra cosa que un propuesta de nuevo régimen legal que viene a suplir el gran hueco que dejó la Ley de Medios respecto de los medios gráficos e Internet (sólo se ocupa de medios audiovisuales).
Hace algunos meses, desde la Subsecretaría de Publicaciones de la Facultad, la cual gestionamos como agrupación, en conjunto con las demás agrupaciones que formamos parte del gobierno de la Facultad, asistimos a un encuentro con Arecia en la Secretaría de Cultura de la Nación, donde se nos puso a diversas editoriales universitarias al tanto de la situación.
Allí confirmamos los rumores que muchos de nosotros veníamos escuchando sobre las maniobras legales y no tan legales que se estaban llevando a cabo en el circuito de distribución de diarios y revistas. Subsidiarias del Grupo Clarín han empezado a comprar una tras otra las rutas de distribución en un intento por reubicar capitales en el único hueco que dejó la Ley de Medios para la articulación de prácticas monopólicas: los medios gráficos. En ese contexto no sólo se dan ahora en forma masiva la devolución de ejemplares invendidos en cajas sin abrir (o sea sin siquiera simular que hubo algún intento de venderlas) tanto de editoriales pequeñas como de publicaciones “rivales”, sino que se ha modificado el sistema de consignación y desde hace varios meses se empezaron a cobrar a los editores “costos” de transporte y almacenamiento de existencias invendidas, que para las publicaciones de pequeños emprendimientos editoriales superan ampliamente las ganancias marginales que generan habitualmente. De esta forma se busca eliminar del circuito de distribución a las publicaciones de editoriales pequeñas que no generan ventas por los mismos montos que las publicaciones comerciales más masivas y redituables, y lograr además un control más directo del circuito de distribución y de la disponibilidad o no de cada publicación (muy especialmente de las publicaciones que tienen líneas editoriales adversas al grupo).
En este marco se ofreció desde la Facultad de Filosofía y Letras establecer un punto de venta cuasi gratuito (con un porcentaje sobre el Precio de Venta al Público por distribución del 1 o 2% que permita llevar un control de las ventas) para el Catálogo de Arecia desde nuestra librería y los demás puntos de venta relacionados con la Facultad, a lo que se sumaron otras de las editoriales universitarias presentes. Sugerimos además que se busquen puntos de venta en las demás Facultades de la UBA donde la circulación de revistas culturales del más diverso tipo debiera ser cotidiana y natural.
Además de la situación del sistema de distribución, Arecia presentó su proyecto de Ley de promoción de la producción independiente y autogestiva de comunicación cultural por medios gráficos y de Internet, el cual no sólo es interesante sino que transforma en realidad convicciones que como editores hemos venido sosteniendo desde siempre.
Allí sugerimos también a los miembros de Arecia llevar este debate a las Universidades, y tanto nosotros como los colegas de la Facultad de Ciencias Sociales, ofrecimos nuestros espacios en la UBA para llevar adelante el debate. Hoy, y gracias al ímpetu de los estudiantes de Vuelta de Página, aquí estamos, a punto de dar inicio al debate en el ámbito de la Facultad, del proyecto de Ley cuyo texto y fundamentos adjuntamos.
Sus beneficiarios son prioritariamente cooperativas, asociaciones civiles y pequeñas y medianas unidades productivas cuyas características deben ser definidas por la autoridad de aplicación que crea la propia ley, y que es la que establece quien accede y a quien se le cancelan los beneficios que otorga la ley. No pueden ser beneficiarias las empresas que aun reuniendo estos requisitos, estén vinculadas o controladas por empresas o grupos económicos nacionales o extranjeros que no los reúnan.
Las propuestas principales de la Ley son:
- Exenciones Impositivas: IVA, Ganancias, importación de maquinaria de producción e insumos.
- Creación de un Fondo Nacional de Desarrollo para la Producción Independiente y Autogestiva de Comunicación Cultural Independiente: para realizar aportes de capital y brindar subsidios a mediano y largo plazo para inversiones productivas entre los emprendimientos que ampare la ley. Se establece que el fideicomiso que lo conforma no puede ser inferior al 20% del presupuesto de la publicidad oficial destinado a pautar en medios televisivos, radiales y gráficos.
- Bonificación de tasas de interés para acceso al crédito más barato para los emprendimientos amparados por la ley.
- Derecho de preferencia del cinco por ciento (5%) para igualar la mejor oferta y ser adjudicatarias de las licitaciones o concursos para la provisión de bienes o servicios.
- Adquisición de lotes sustanciales de productos culturales amparados por esta ley por parte de los Ministerios de Cultura y Educación que se deben destinar exclusivamente a las bibliotecas escolares y públicas.
- Tiempo y espacio preferenciales con objeto de promover y divulgar las publicaciones producidas bajo el presente régimen de promoción en las empresas estatales de radio, prensa, televisión y las demás que como medio de comunicación se creen.
- Tarifas postales preferenciales a las empresas sociales de este sector.
En suma esta ley, que es seguramente perfectible y debe ser debatida, permitiría llevar a la práctica concreta el apoyo del sector público a los emprendimientos culturales de diverso tipo autogestionados. Un apoyo no en discursos sino en medidas concretas a partir de su aprobación como ley y su pronta reglamentación.
En nuestro caso, desde la perspectiva de quienes nos graduamos de la Carrera de Edición, esta ley implica la protección y fomento a la diversidad cultural, a los proyectos editoriales pequeños y personales; por lo menos hasta que se conviertan en proyectos medianos y grandes y dejen de requerir un régimen especial que los proteja e impulse. Se trata de un apoyo concreto a aquello por los que luchamos muchos de los editores graduados de esta Carrera, y que muchos de nuestros graduados llevan adelante en su vida cotidiana, poniendo el hombro todos los días: los proyectos editoriales que realmente valen la pena, donde hemos puesto, ponemos y vamos a seguir poniendo el alma.
Es por eso que los invitamos a venir y a participar, no sólo para ver de qué se trata, sino como editores a manifestar con nuestra presencia el apoyo a esta Ley, a este debate, a estas convicciones. Para generar un hecho político, y otro y otro, que progresivamente nos acerque a la aprobación de la Ley.
Transformemos nuestras convicciones en realidades.