14 Abr Eduardo Galeano en nuestra memoria (1940-2015)
El escritor, periodista y editor uruguayo Eduardo Galeano falleció el lunes 13 de abril en Montevideo a los 74 años.
Un autor con espíritu didáctico y dignidad latinoamericana, maestro de la paradoja con enorme capacidad de asociación y manejo de la escritura, tal como lo recuerda Mempo Giardinelli.
Nacido en Montevideo el 3 de septiembre de 1940, de muy joven comenzó a publicar caricaturas para el periódico socialista uruguayo El Sol. Como periodista ejerció desde la década de 1960, época en la que fue editor del semanario Marcha y del diario Época. Entre tantos oficios con los que se ganó la vida, además de escritor, periodista y editor, fue obrero de fábrica y pintor de carteles.
En 1971 publicó Las venas abiertas de América Latina, donde narra la historia de la América Latina vaciada de sus materias primas y sus recursos naturales por las elites locales y las grandes potencias. Manual de divulgación de los hechos que la historia oficial de los vencedores esconde, según la definición del propio autor, este es desde entonces uno de los libros más leídos en todo el continente.
En Montevideo vivió hasta 1973; luego del golpe de Estado en su país fue encarcelado y debió exiliarse primero en la Argentina y luego en la costa catalana de España.
En la década de 1970 se integra como director editorial de Crisis (ver Nº 1 y Nº 2, 1973). Esta legendaria revista presenta escritos de David Viñas, Ernesto Sábato, Drummond de Andrade, Henry Miller, Pablo Nerura, Jean-Paul Sartre, Francisco Paco Urondo, Juan Gelman y Julio Cortázar, entre otros. Se publica hasta 1976, cuando la dictadura militar comienza a ejercer la censura sobre lo que se podía publicar. Ese mismo año, el nombre de Galeano pasó a integrar la lista de condenados y perseguidos por la dictadura militar argentina.
En su posterior exilio en España escribió la trilogía Memoria del fuego, en la cual revisita la historia del continente latinoamericano. En 1985 vuelve a Uruguay y funda el semanario Brecha. Hacia finales de la década de 1980 llegaría El libro de los abrazos, poblado de textos de una sutil expresividad y un poderoso simbolismo. Y a fines de la década siguiente se publica Patas arriba, la escuela del mundo al revés, donde a la precisión de los microtextos se incorpora una estadística humanizada que deja al desnudo las realidades sociales que la obra expone.
En 2008 publicó Espejos, una historia casi universal, donde narra la historia de la humanidad en clave personal, construyendo su imagen verdadera del mundo. Su última obra fue Los hijos de los días, en la cual resignifica la estructura del calendario para contar las historias a través de sus personajes y las experiencias de la vida humana.
También como editor y periodista, las publicaciones en las que participó siempre se caracterizaron por sostener los ideales de soberanía de los estados nacionales, la afirmación cultural latinoamericana y la recuperación de la historia y las voces de los excluidos.
Desde su compromiso político no doctrinario, Galeano ha apoyado la causa de los distintos gobiernos de la región que desde comienzos del siglo XXI vienen bregando por la independencia económica, política y cultural, y la unión de los pueblos latinoamericanos.
Una imagen icónica de estos tiempos es la entrega del ejemplar de Las venas abiertas de América Latina que hace el presidente venezolano Hugo Chávez al presidente estadounidense Barack Obama en la Cumbre de las Américas en abril de 2009.
Un recuperador de la memoria real y colectiva sudamericana y un cronista de su tiempo, según lo definió el jurado de la Universidad de La Habana que le entregó el Doctorado Honoris Causa en 2001; su respuesta fue su amor a aquella isla digna de fe, según dijo, con sus luces y sombras.
Eduardo Galeano seguirá vivo en la memoria de sus lectores y de quienes comparten su compromiso social, cultural y político. Quienes además se dedican al estudio de la edición lo reconocen asimismo por esa capacidad de creación y experimentación literaria y ensayística con la cual explora más allá de los géneros tradicionales para lograr combinar con una marca propia y única la ficción, el periodismo, la crónica documental, la historia y el análisis político.
Un autor fundamental para la historia latinoamericana, hoy ya es parte de la memoria del tiempo por venir, donde el ayer y el hoy se encontrarán en un abrazo.
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. Eduardo Galeano (1940-2015).
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M.G.G.